En 2022, España se mantuvo como el séptimo país del mundo que más bonos verdes emite, captando unos 16.000 millones de dólares con este tipo de deuda, según el informe anual Global State of the Market 2022 de la Climate Bonds Initiative.
A nivel global, las emisiones de deuda verde y responsable sufrieron una disminución significativa, cayendo un 16% y un 24%, respectivamente. Esta fue la primera disminución en la última década, atribuible a las incertidumbres generadas por la guerra en Ucrania y la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales.
Los bonos verdes acapararon el 56% de las colocaciones de deuda sostenible en 2022, mientras que los bonos sociales fueron los más penalizados, cayendo un 41%. Además, la categoría de bonos ligados a la sostenibilidad, que combinan características de los verdes y los sociales, retrocedió un 21%. Los bonos de transición, destinados a financiar la transición de empresas altamente contaminantes a emisiones de carbono más bajas, fueron la única categoría que creció, aunque tímidamente.
A pesar de la disminución de las emisiones de deuda sostenible, los analistas destacan que este tipo de bonos logró mantener su cuota del 5% de los volúmenes totales en el mercado de bonos, al igual que en 2021. Iberdrola se situó como el tercer emisor corporativo mundial de bonos verdes por volumen en 2022, después de China Three Gorges Corporation y Orsted.
En general, los bonos verdes siguen predominando como una forma de financiamiento sostenible en todo el mundo.
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